Hay cosas que necesitas saber y cosas que no. Y este artículo es una de las segundas, por eso te he pedido que no leas esto. ¡Pero, aún así, has entrado a este artículo! ¿Cómo es esto posible?
Y es que ya lo dice el refrán, la curiosidad mató al gato. Y en el mundo de la creación y redacción de contenidos esto es algo muy básico que debemos tener en cuenta. A los humanos, al igual que los mininos, nos puede la curiosidad y tenemos un hambre detectivesco que jamás tiene suficiente. Es como ser un niño y ver un dulce en la mesa, no cogerlo puede convertirse en todo un reto. Y ese es precisamente el objetivo de todo buen contenido.
¿Cuál es el objetivo del contenido?
Ya sea una publicación en redes sociales, un blog, un correo electrónico o una nota de prensa, el objetivo de todo buen contenido es en principio tan simple como ser leído. Parece fácil, ¿verdad? Sin embargo, en la nueva era digital donde el contenido está por todas partes, es una tarea realmente difícil. Cada día estamos bombardeados por demasiada información, esto hace que limitemos todo lo que recibimos a sólo aquello que nos llama la atención. Seleccionamos, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, aquello que nos interesa, nos gusta, nos puede ser útil o llama nuestra curiosidad.
El propósito del título
Por esta razón, debemos prestar atención especial a elementos tan básicos como la imagen de entrada, el título o las primeras líneas. Ya que estos elementos van a ser los primeros en entrar en contacto con nuestra audiencia. Y recordemos, que nuestra meta no es otra que atrapar a nuestro lector desde el primer momento para abra el artículo o siga leyendo hasta el final.
En consecuencia, además de la imagen, podemos decir que el título es el elemento de mayor relevancia. Por ello, debe ser un titular fuerte, convincente, quizá crítico, que se centre inmediatamente en el objeto de interés del lector. Asimismo, es esencial que el título incluya las palabras clave para ayudar a su posicionamiento SEO. Que sea breve, enfocado en sólo la información relevante y que sea comprensible para cualquier público. Y, por otra parte, también debe ser de utilidad e interesante, algo nuevo, que ayude o aporte. Como una promesa que hacemos a nuestros lectores y que debemos cumplir.
La importancia del primer párrafo
Nuestro segundo objetivo es que la audiencia lea estas primeras líneas. Desde que hemos captado la atención a través de la imagen y el título, este es el segundo punto de mayor relevancia. Para lograrlo, se necesita mucha practica. Por lo tanto, son muy recomendables todos aquellos cursos que estén relacionados con la redacción publicitaria o estrategias de marketing, que nos servirán para aprender a elaborar contenido que llame inmediatamente a la acción.
Todo elemento que consiga atraer la atención, mantendrá a nuestros lectores hasta la siguiente línea y así consecutivamente. Por lo que tendremos que centrarnos en una redacción que, en conjunto, sea atractiva, convincente e interesante. Aunque puede resultar complicado, es una fórmula valiosísima para estructurar nuestro contenido y crucial para persuadir o vender cualquier producto.
Fórmulas de éxito
Como expondré en futuros artículos, existe más de un truco y fórmula que nos pueden servir para conseguir nuestros propósitos. Siempre recordando que la redacción de contenidos está basada en principios y elementos básicos, desde complementos que lo potencien hasta su propia estructura, que nos pueden ayudar a ello.
El mundo del contenido, especial enfocado a marketing, es un continuo aprendizaje y actualización. Por este motivo, y pese a pedirte que no leas esto, estoy muy contenta de que sí lo hayas leído y poder seguir dándote claves y consejos que ayuden a lograr tus metas.